Esta afirmación es rotunda y categórica a la hora de enmarcar los acontecimientos que se están desarrollando en nuestro país desde hace ya más de 4 años. Lo único que se hace es concretar una "política" de actuación, con claridad y sin dobles sentidos. No utilizan el "Donde dije digo digo Diego".
Es tiempo de nuevas tecnologías del conocimiento, de Internet, de redes sociales, de Facebook y Twitter...pero también es tiempo de analizar los conceptos que se están diluyendo y desapareciendo por su destructora utilización: la honestidad, la honradez, la igualdad y, sobre todo, el concepto de POLÍTICA entendida desde la democracia.
Sólo nombrarla parece que da miedo; es la intocable, la "mal dicha", la que convierte lo bueno en malo, la que consigue hacer a casi todo el mundo infeliz...Yo quiero recuperarla, quiero darle el honor que tiene.
La Política-del latín politicus-"relativo al ordenamiento de la ciudad o a los asuntos del ciudadano". Es decir, se acuerdan cuando enfermamos, se acuerdan de nuestro derecho a la educación, se acuerdan de nuestras vidas cuando las misma vida se nos trastoca y encauzarla no esta en nuestras manos.
Miedo da perderla por Gestores...por personas que solo entienden que la solución depende de cuanto tengo en mi caja o en la cuenta. La POLÍTICA tiene ese halo de grandeza, de sensibilidad que esta por encima del mismo político; esa que transciende más allá de las ideas de unos cuantos que gobiernan. ¿Con qué libertad e inconsciencia comparamos a un gesto con un político? No es lo mismo un fontanero que un cerrajero, no es lo mismo un abogado que un médico...¿Nos creemos tan dominadores del mundo para hacerla desaparecer?
Reitero...
¡NO DEMOS LA RESPONSABILIDAD DE GOBERNAR A UN GESTOR!
Nos destruiría, nos haría tan absurdamente controlables para unos pocos. Seamos escépticos sobre lo que nos cuentan y sigamos creyendo que cada persona es única y que en esto esta la grandeza de la humanidad.
Necesitamos personas que piensen que nada es imposible si en eso va el bienestar de su gente; que van a trabajar por algo "extraordinario" y que de ellos se definirá cada generación de otra. Solo pensar que esa responsabilidad puede caer sobre un simple gestor hace que me involucre más en una lucha que pueda determinar la felicidad de nuestros hijos y en ello estoy.
A veces debemos acudir a las fuentes de donde procede nuestra filosofía actual. Tengan la paciencia de escuchar y así sabremos la cantidad de conceptos que hemos aniquilado y que eran buenos en su principio.
No dejemos que unos cuantos nos amarguen la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario